Tener acceso rápido y fácil a agua potable es uno de los aspectos que más valora un patrón cuando se embarca en un proyecto como una regata internacional.
Las regatas internacionales son una de las actividades náuticas que más embarcaciones acumula en el mar. Son célebres por su complejidad, el esfuerzo que suponen, y por el riesgo y la aventura que entrañan. Pero también lo son por sus protagonistas, los barcos de vela, los patrones que los dirigen y los equipos que hay tras ellos.
Agua potable en medio del mar
Antes de iniciar una regata internacional, como es el caso de la Vendée Globe, deben calcularse, comprarse y prepararse infinidad de temas. Uno de los más importantes tiene que ver con la alimentación, tanto de sólidos como de líquidos. En una competición de las características de la Vendée Globe el peso es algo que debe poder reducirse a la mínima expresión. La comida será casi siempre liofilizada, tanto por temas de peso, de espacio, comodidad y caducidad, y jamás en demasiada abundancia. En el caso de los líquidos, lo mejor es olvidarse del agua potable embotellada. ¿Y cuál es la mejor opción para llevar agua dulce a bordo? Los profesionales lo tienen claro: en una regata internacional el agua proviene de una potabilizadora, como la Splash 25 de Eco-Sistems.
Dídac Costa, el agua dulce y su experiencia con una potabilizadora
Fue exactamente este modelo el que escogió Dídac Costa, primer patrón catalán en dar la vuelta al mundo compitiendo en la Vendée Globe. La Splash-25 es una potabilizadora marítima con capacidad para generar 25 litros de agua potable por hora. Se trata de un modelo ligero, resistente y fácil de usar y mantener. Según Dídac Costa “no es para nada una máquina compleja, solo se necesita algo de energía para hacerla funcionar”. Costa confía plenamente en esta potabilizadora, que lo acompañó durante 108 días en la aventura más importante de su vida. “Era la que me daba de beber, le tenía que tener mucha confianza para escogerla porque si se hubiera estropeado me habría quedado sin agua potable a bordo y eso significaba abandonar”, afirma.