Una buena hidratación es esencial durante la navegación. Ya se trate de navegación costera o de recreo, navegación por alta mar o largas distancias, o incluso competiciones de vela o regatas deportivas, las necesidades hídricas de nuestro cuerpo a bordo de un barco aumentarán respecto a un estado de reposo o a una estancia en tierra.
Mantener una buena hidratación durante la navegación es importante de cara al rendimiento físico e intelectual, por lo que debemos prestarle especial atención desde el primer momento.
¿Por qué perdemos más agua mientras navegamos?
La navegación comporta en general una pérdida hídrica superior a la que podemos tener en tierra y/o en un estado de reposo, aunque hay diversos factores que influirán en que esta pérdida sea mayor o menor:
- Los alimentos que consumimos: Si, por el tipo de navegación que realizamos, consumimos más alimentos deshidratados o liofilizados, reducimos la aportación de agua que solemos ingerir a través de la alimentación —y que en condiciones normales supone sobre un 30% de nuestra hidratación total—.
- El ejercicio físico que realizamos: En las competiciones o regatas los navegantes suelen tener claro el ejercicio físico que comporta. Pero en una navegación a vela de recreo, o incluso si estamos realizando una reparación en el barco, también se realiza un ejercicio físico extra.
- Las condiciones medioambientales: La temperatura exterior y el grado de humedad también influyen, aunque de formas diferentes. Una temperatura más elevada nos hará sudar, y aumentará la pérdida hídrica a través de la piel. En climas secos y con el efecto del viento el sudor se seca sobre la piel y nos ayuda a termorregularnos, pero por otra parte nos impide percibir la calor que tendríamos en climas húmedos o sin viento, y que nos haría beber más.
Por lo tanto, cuando navegamos podemos tener una pérdida de hidratación de la que no siempre nos damos cuenta o no tiene síntomas evidentes hasta que supone un problema.
El color de la orina es un buen indicador del estado de hidratación de nuestro cuerpo. Cuanto más transparente, mejor hidratados estamos; en cambio, si la orina es más oscura de lo normal probablemente necesitemos una aportación hídrica de forma urgente.
Debemos tener en cuenta que algunos alimentos o suplementos vitamínicos, como la remolacha, el hierro o la vitamina B12, pueden alterar el color de la orina, aunque solo durante la eliminación de estas sustancias, no de forma permanente. Por otra parte, si percibimos que nuestra orina puede estar indicando una deshidratación severa, lo mejor es acudir al médico para descartar otras causas.
Recomendaciones para mantenernos hidratados durante la navegación
Como hemos comentado, lo primero que debemos tener en mente es intentar cuidar la hidratación desde el principio. Si prevemos que vamos a hacer un esfuerzo extra, y quizás durante este esfuerzo no vamos a poder hidratarnos todo lo que deberíamos, lo mejor es aumentar el aporte hídrico antes de la actividad, y valorar cuánto hemos perdido después para reponerlo.
A modo orientativo, si hemos perdido menos de dos quilos de peso podemos recuperarnos ingiriendo la cantidad habitual de agua. En cambio, si hemos perdido más de dos quilos la American Dietetic Association recomienda ingerir entre 450 y 700 ml de agua fresca por cada 500 g de pérdida de peso, y deberíamos beber incluso aunque no tengamos sed. En este caso también se recomienda ingerir algún alimento ligeramente salado o unas olivas para aumentar la cantidad de potasio.
Durante la actividad física, lo mejor es beber agua de forma regular, entre 150 y 300 ml cada 15 o 30 minutos. Si puede ser, que esté ligeramente fresca, entre 15º y 21º. Y sobre todo, no olvidarnos de continuar hidratándonos después del esfuerzo extra que hayamos realizado.
Sobre la calidad del agua
Aunque no es el tema central de este artículo, es importante señalar la importancia de la calidad del agua en un barco. Tener un suministro suficiente de agua potable a bordo es básico para que podamos atender nuestras necesidades de hidratación según la travesía que realicemos, las condiciones ambientales y el clima, y el esfuerzo físico requerido.
Además, la calidad del agua es esencial para evitar enfermedades y trastornos digestivos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) cuenta con unas guías para la calidad del agua potable, aunque lo más práctico hoy en día es tener una desalinizadora a bordo que nos provea de un suministro constante de agua fresca y potable sin los riesgos asociados al almacenaje tradicional, como que el agua se vea contaminada por bacterias o productos químicos, o que hayamos almacenado una cantidad insuficiente.
Fuentes: Alimentación y dietética para una vuelta al mundo a vela, Universitat de Barcelona & Fundació Navegació Oceànica Barcelona; Guías para la calidad del agua potable, Organización Mundial de la Salud; Guía de sanidad a bordo, Organización Panamericana de la Salud.