Faltan tan solo unas semanas para que empiece una nueva edición de la Atlantic Rally for Cruisers (ARC). Este año, 290 barcos participarán en una de las regatas más destacadas a nivel internacional en navegación en alta mar. De hecho, debido a la gran cantidad de inscritos, se ha añadido una nueva fecha de salida, la ARC San Vicente.
¿En qué consiste la ARC 2018?
Se trata de una regata que se celebra cada año en noviembre, desde 1986, y atraviesa el Atlántico desde Las Palmas de Gran Canaria hasta Santa Lucía, en el Caribe. Hay dos opciones de ruta: La ARC+, que sale el 11 de noviembre, y la ARC San Vicente, con salida el 15 de noviembre, pasan ambas por Cabo Verde. La principal, que va directamente a Santa Lucía, sale el 25 de noviembre.
¿Quién puede participar?
La ARC no es una regata de competición, sino que se trata de compartir juntos una ruta y disfrutar del viaje. Aunque se miden tiempos y puede haber un cierto espíritu competitivo, ganar no es el objetivo principal de esta regata. Por este motivo participan en ella tanto navegantes avezados como aficionados, por ocio o por deporte, e incluso parejas y familias que disfrutan de la vertiente más social de la regata. La travesía suele durar entre 18 y 21 días, dependiendo de las condiciones meteorológicas, para un barco de 12 m de eslora.
Para participar en ella solo es necesario un barco en buenas condiciones para la navegación oceánica. No se requiere un tipo de barco determinado. Las únicas condiciones son haber completado una travesía por alta mar en el año previo a la regata, que el barco tenga un mínimo de 8,23 m de eslora y un mínimo de dos personas como tripulación, y que cuente con un cierto equipo de seguridad y comunicaciones.
La preparación del barco
Aunque no se trate de una competición deportiva, la seguridad en el mar es siempre un aspecto esencial que no debe descuidarse, especialmente en alta mar y en travesías de una cierta duración.
La organización del evento exige un mínimo equipo de seguridad y de comunicaciones a bordo de cada barco:
- Bote salvavidas aprobado con equipo de supervivencia para más de 4 h.
- Radiobaliza EPIRB de 406MHz.
- Chalecos salvavidas con correa de entrepierna y campana de rociado para toda la tripulación.
- Canales habilitados para el envío y recepción de emails en alta mar (por ejemplo, teléfono vía satélite, o radio SSB con módem Pactor).
- Receptor AIS (Automatic Identification System).
Además de estos requisitos mínimos, nosotros recomendamos equipar el barco con una desalinizadora que nos proporcione agua fresca potable ilimitada durante toda la travesía. La hidratación es un aspecto esencial de la navegación en alta mar.
No recomendamos estrenar barco para una travesía por alta mar. Los barcos suelen necesitar un cierto rodaje antes de estar al 100%. Lo mejor es empezar por travesías de corta distancia y cercanas a la costa antes de embarcarse a cruzar el Atlántico. En el caso de que el barco ya tenga el rodaje hecho, sugerimos en cualquier caso una puesta a punto: Revisar a fondo todo el equipo de navegación y las condiciones del barco en general nos permitirá disfrutar de la travesía sin estrés ni sorpresas.
La preparación de la tripulación
La organización de la ARC recomienda que el capitán y por lo menos algún otro miembro de la tripulación tengan formación sobre el uso de los equipos de seguridad y comunicaciones, navegación en condiciones climáticas extremas y gestión de situaciones de emergencia, en los cinco años previos a la participación en la regata.
Además, nosotros recomendamos que el máximo de tripulación esté bien preparada, y con el máximo de formación posible. Por ejemplo, siempre viene bien contar con conocimientos de mantenimiento de motores o equipos, supervivencia en el mar o primeros auxilios. Aunque al final no los necesitemos, será un plus de tranquilidad durante la travesía.
Sobre la preparación física, deberíamos valorar nuestro estado actual y qué esfuerzo o desgaste físico nos exigirá la regata, y prepararnos en función de ello. Tampoco está de más empezar a preparar el cuerpo a los ritmos de sueño y la alimentación antes de la regata y de forma progresiva. Sobre todo, es muy recomendable seguir unas pautas de alimentación e hidratación a bordo que compensen la pérdida de nutrientes y líquidos mientras navegamos.
Si ya seguimos las recomendaciones habituales de navegación en alta mar y preparamos adecuadamente tanto el barco como a la tripulación, solo nos queda disfrutar del Atlántico en esta nueva edición de la ARC. ¡Zarpamos en breve!
Fuentes: World Cruising, Eco-Sistems